Esta decisión fue confirmada por el Primer Ministro ucraniano, Denys Shmyhal, quien enfatizó el significativo apoyo que esto proporciona a los productores ucranianos y a la economía en general.
"Esta extensión es crucial para nuestra integración en el mercado de la UE a un ritmo acelerado", afirmó Shmyhal. El acuerdo incluye salvaguardias diseñadas para proteger a los agricultores europeos, permitiendo que la Comisión Europea intervenga rápidamente si las importaciones desde Ucrania perturban el mercado de la UE. Estas salvaguardias se centran especialmente en productos agrícolas sensibles como pollo, huevos, azúcar, avena, cereales, maíz y miel.
Se pueden promulgar medidas de emergencia si las importaciones de estos productos superan los volúmenes promedio de la segunda mitad de 2021 a 2023. Si es necesario, se podrían reimponer aranceles para estabilizar el mercado.
A pesar de estas protecciones, se espera que la extensión resulte en una reducción de los ingresos por exportaciones ucranianas a la UE de aproximadamente 331 millones de euros en comparación con 2023, como señala Reuters. Esta cifra es una disminución respecto a los 240 millones de euros inicialmente proyectados por la Comisión Europea.
Esta extensión del comercio sigue a medidas anteriores de la UE que eliminaron todos los aranceles y cuotas para el tránsito de granos ucranianos, lo que llevó a tensiones con agricultores de la UE de Polonia, Rumanía, Hungría, Bulgaria y Eslovaquia. En respuesta a estos desafíos, la UE proporcionó compensación a los agricultores afectados y fomentó una resolución de las disputas comerciales relacionadas con las importaciones de granos ucranianos.