Este aumento se atribuye a la afluencia de apoyo militar que Ucrania recibió de alrededor de 30 países tras la invasión a gran escala de Rusia, siendo Estados Unidos el principal proveedor, responsable del 55% de las armas suministradas a Ucrania durante este período, frente al 35% en los años 2014-2018.
Alemania y Francia siguieron a EE. UU. como los principales proveedores de armas a Ucrania, contribuyendo con el 6.4% y el 4.6% de las importaciones, respectivamente. Peter Wezemann, investigador senior del Programa de Transferencias de Armas de SIPRI, anticipa que las importaciones de armas de Europa mantendrán sus altos niveles actuales, impulsadas por pedidos de armamento costoso, incluidos alrededor de 800 aviones de combate y helicópteros, y una demanda aumentada de sistemas de defensa aérea en los últimos dos años.
Por el contrario, las exportaciones de armas rusas experimentaron un declive dramático, cayendo un 53% entre 2019 y 2023. De suministrar armas a 31 países en 2019, la clientela de Rusia se redujo a solo 12 países para 2023, con la mayoría de sus exportaciones de armas dirigidas hacia Asia y Oceanía, particularmente India y China, que juntas representaron la mayor parte de las ventas de armas rusas.
En medio de estos desarrollos, Ucrania ha informado un aumento de la producción de armas nacionales en el último año, reforzada significativamente por la creciente participación de empresas privadas dentro del complejo militar-industrial del país. Esta afirmación fue hecha por el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy durante una reunión con líderes y personal de entidades de defensa-industriales estatales y privadas.