El conflicto en curso, desencadenado por la agresión rusa, ha resaltado el papel crítico de los UAVs (Vehículos Aéreos No Tripulados) en realizar reconocimientos, ajustar el fuego de artillería y recopilar inteligencia en el campo de batalla. Los drones, especialmente aquellos capaces de alcanzar ubicaciones enemigas de difícil acceso y resistir acciones adversas, se han convertido en activos indispensables en la guerra moderna.
Delair, una empresa francesa, ha finalizado un contrato para suministrar al ejército ucraniano dos tipos de drones de reconocimiento:
DT26: Con una envergadura de 3.3 metros y un peso de 16 kilogramos, este drone está diseñado para misiones de reconocimiento extensivo. UX11: Más pequeño en tamaño, con una envergadura de 1.1 metros y un peso de solo 1.5 kilogramos, ideal para operaciones más ágiles y discretas. Estos UAVs, inicialmente desarrollados para aplicaciones civiles, han encontrado una utilidad significativa en el campo de batalla ucraniano, lo que llevó a Delair a triplicar la tasa de producción del modelo DT26 en un año. La empresa destaca la adaptabilidad de los drones para su uso en control de fronteras, recolección de inteligencia y operaciones de fuerzas especiales, enfatizando su fiabilidad, facilidad de reparación y sensores de alta calidad.
El compromiso de Delair de producir cientos de drones UX11 anualmente se alinea con la necesidad urgente de Ucrania de tecnología de vigilancia sofisticada. Sin embargo, el cronograma exacto de entrega de estos drones a Ucrania no se ha especificado.
Previamente, en febrero, se informó que el gobierno francés había realizado un pedido de 100 drones de ataque de Delair para Ucrania, que se espera sean entregados en el verano de 2024. Este movimiento subraya el creciente apoyo internacional para los esfuerzos de defensa de Ucrania.
Delair se destaca como un jugador prominente en el mercado global de UAV, especializándose en drones de ala fija desde 2011. La compañía es parte de una iniciativa más amplia para desarrollar drones de ataque controlados a distancia rentables para el ejército francés, enfatizando la facilidad de uso y la capacidad de atacar objetivos ligeros hasta a 5 kilómetros de distancia.
